Bruselas (Parte 1)

Bruselas, como toda Bélgica, tiene muchas caras. Si paseas por el centro histórico es una bonita ciudad medieval flamenca, mientras que si te diriges a las afueras dominan las grandes avenidas y los mastodónticos edificios que componen el gobierno administrativo de la Unión Europea.

A pesar de ser relativamente joven (fundada en el 979, cuando Gante ya tenía 65000 habitantes), su situación privilegiada como cruce de caminos y las posteriores vicisitudes políticas la han llevado a ser el gran centro administrativo y político que es ahora.

Al igual que hicimos con Berlín, vamos a dividir este post en dos. En este primer artículo hablaremos de la arquitectura de la ciudad, y en el siguiente hablaremos del resto.

La Catedral de San Miguel y Gudula se construyó en estilo gótico en el siglo XIII sobre una capilla existente anteriormente. La impresionante fachada no se terminaría hasta el siglo XV. Es el centro católico de la nación, utilizada para los enlaces reales y los funerales de estado.

La Iglesia de Notre-Dame du Sablon es un hermoso edificio de estilo gótico tardío, construido entre los siglos XV y XVI.

La Grand Place es la plaza central del antiguo mercado de Bruselas. Rodeada por edificios como el Ayuntamiento, la Casa del Rey y las casas gremiales, es el corazón turístico de la ciudad. Las tres imágenes siguientes son detalles de la plaza.

El Ayuntamiento fue construido en la primera mitad del siglo XV. En lo alto de la torre gótica de 97 metros de altura se encuentra una estatua de San Miguel, el patrón de Bruselas.


Construida en el siglo XV sobre el antiguo edificio donde los panaderos hacían sus ventas, la Casa del Rey fue restaurada en 1873 en estilo neogótico.


El 3 de Agosto de 1695, un ataque de artillería francés destrozó la mayor parte de la Grand Place, quedando en pie sólo estructuras de piedra como la del Ayuntamiento. La plaza se reconstruyó entonces por los gremios locales, bajo la suprevisión de la administración local, lo que permitió una cierta armonía a pesar de la mezcla de estilos como gótico, barroco o Luis XIV.


La Iglesia de Notre-Dame de la Chapelle, de un estilo transición entre el románico y el gótico, data de comienzos del siglo XIII. Tuvo que ser restaurada en varias ocasiones, y a finales del siglo XVIII se le colocó un campanario barroco un poco extraño...

La Iglesia de Santa Catalina, de estilo neogótico-renacentista, es una enorme construcción cuyo principal encanto es el estado gastado de la fachada. Le da un aspecto realmente estremecedor.


La Iglesia de Santa María Magdalena es una pequeña iglesia gótica con un pórtico barroco. Parcialmente destruida en 1580, se reconstruyó en 1957.


Al norte del centro histórico se encuentra el jardín botánico.


En esta vista del centro histórico desde el Monte de las Artes se ve cómo la aguja del ayuntamiento domina el panorama de la ciudad.


Desgraciadamente, el imponente Palacio de Justicia se encontraba en obras. Construido en el siglo XIX en una posición desde la que domina la ciudad, es un ejemplo de las gigantescas construcciones que se llevaron a cabo en esta ciudad. El arquitecto, Joseph Poelaert, creó este edificio en un estilo ecléctico que fusionaba elementos de estilos históricos como el asirio, el egipcio, el jónico o el dórico.


Aunque la fachada que vemos del Palacio Real es de comienzos del siglo XX, el núcleo del edifico se remonta a finales del siglo XVIII.


Al este de la ciudad se encuentra el Parque del Cincuentenario, dominado por un impresionante Arco del Triunfo rodeado de edificios con forma de herradura.


La gran profusión de edificios art nouveau que hay en Bruselas hace que se recomienden hasta dos rutas diferentes que visitan ejemplos de esta tendencia artística del siglo XIX.


Aquí, en el edificio de la Comisión Europea, es donde se proponen las leyes comunitarias, donde se renuevan los tratados y se lleva en general el día a día de la Unión.

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