Hiroshima

La propia palabra Hiroshima va más allá de la existencia de esta ciudad en la zona occidental de la isla de Kansai. Es todo un símbolo de la destrucción indiscriminada y el sinsentido de la guerra, y en una primera visita a la ciudad es difícil abstraerse de ello y ver más allá.

Hoy en día es una agradable ciudad de tamaño medio. Está construida sobre una serie de islas en el delta del río Otagawa (Hiroshima significa literalmente "Isla Ancha"), y la zona comprendida entre los ríos Motoyasugawa y Kyobashigawa es un área con una vida nocturna bastante animada y multitud de zonas comerciales y restaurantes más que interesantes. De hecho aquí comimos la mejor tempura que probamos en Japón... se nos hace la boca agua de sólo recordarlo.

Al noroeste del centro, en una isla formada por los ríos Motoyasugawa y Otagawa, se encuentra el Parque Conmemorativo de la Paz. Muy cerca del punto central de la explosión de la bomba atómica, este parque pretende ser un recordatorio permanente de lo que sucedió en la ciudad. No obstante, en una época en la que quedan pocos supervivientes vivos de la explosión (Hibakushas), y que el país se está replanteando sus doctrinas militares de defensa y no nuclearización, parece que la fuerza de su mensaje se está diluyendo.

Situada prácticamente debajo de donde estalló la bomba atómica el 6 de Agosto de 1945, el antiguo Salón de Promoción Industrial ha sido mantenido exactamente en el mismo estado en que quedó tras la explosión, como recordatorio de la catástrofe. Bajo el nombre de Cúpula de la Bomba Atómica, este edificio se alza en la orilla opuesta del Parque, y sus ruinas dominan de manera trágica toda la zona.

Rodeado de una valla con alarma y permanentemente vigilado, en todo el perímetro del edificio han mantenido hasta los cascotes caídos tras la explosión en el mismo estado que quedaron. El efecto es realmente impactante.

A lo largo del Parque se distribuyen distintos tipos de monumentos y cenotafios. Al norte del mismo se encuentra la Campana de la Paz. Originalmente concebida para que fuera tocada con respeto por la gente anónima en recordatorio de las víctimas de la bomba, actualmente está anclada con una cadena y un par de cerrojos. Se ve que la gente no se lo terminaba de tomar en serio.

Aunque originalmente estaba libre para que la gente la tocara, actualmente está anclada con unos cerrojos. La verdad es que es difícil que tantos años después, las nuevas generaciones, con otros problemas más "reales", respeten y comprendan en toda su magnitud el significado de todo esto.

Uno de los monumentos más conocidos del parque es el Monumento de la Paz de los Niños. El origen del mismo se encuentra en la historia de la niña Sadako Sasaki. Enferma de leucemia, a los 10 años decidió hacer 1000 grullas de papel, una antigua costumbre japonesa que haría realidad sus deseos. Sadako murió antes de terminar la tarea, y sus compañeros de clase terminaron el resto. Esta historia se extendió y conmovió a todo el país, y desde entonces el monumento recibe grullas de papel de todos los rincones del mismo.

El monumento está protegido por urnas de cristal, ya que ha sido víctima de diversos actos de vandalismo.

A su lado se encuentra el Túmulo Recordatorio de la Bomba Atómica. Este montículo contiene las cenizas de 70.000 víctimas no identificadas de la explosión.

El acceso al túmulo esta flanqueado por dos linternas de piedra.

El Monumento Coreano de la Bomba Atómica pretende recordar a las víctimas coreanas de la bomba. Durante la Segunda Guerra Mundial, miles de coreanos fueron desplazados y obligados a trabajar como mano de obra en la industria japonesa. De hecho, más del 10% de las víctimas de la bomba eran coreanas.

El tema de las atrocidades japonesas en Asia escuece todavía bastante por aquí. Y es que hay episodios en la historia de la humanidad que son difíciles de explicar.

Con todo, la gente que te encuentras por el Parque es muy heterogénea. Grupos de escolares chillones visitando el museo y los cenotafios como quién está de botellón, ancianos depositando ofrendas en alguno de los monumentos y rezando en silencio, o jóvenes aprendices de John Lennon, que se ponen en las barandillas a tocar Imagine con la guitarra en las posturas más compungidas y místicas que os podáis imaginar...

Figuras y ofrendas depositadas a los pies de la estatua de la diosa de la paz, Kannon.


La Llama de la Paz sólo será apagada cuando haya desaparecido la última arma nuclear del planeta. Le auguramos un gasto de gas a esta comunidad bastante grande...

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