Berlín (Parte 2)


"You are leaving the American Sector". Con estas palabras se escribe la historia de uno de los iconos más vergonzosos de la Guerra Fría: El Muro de Berlín.

Tras la batalla de Berlín que puso fin al régimen Nazi, el control de los diferentes distritos de la ciudad se repartió entre Gran Bretaña, Francia, EEUU y Rusia. No tardarían en surgir las diferencias sobre el modo de administrar la victoria y el destino de la ciudad (y del país al completo), y pronto la ciudad tenía una división clara: Los sectores pertenecientes a las potencias occidentales, que instalaron un sistema democrático, y los sectores rusos, con un régimen soviético.

Aunque al principio hubo libertad de tránsito entre las zonas, la escasez de productos de primera necesidad y la represión política empujaba a muchas familias a emigrar del Berlín del Este al del Oeste. Con el objetivo de evitar este éxodo que ensombrecía los logros del paraíso comunista, éstos aislaron el sector occidental (¿realmente quién aislaba a quién?), levantando en 1961 un muro de 45 kilómetros que partía a la ciudad y a los ciudadanos en dos de manera brutal.

Paseando por Berlín es imposible soslayar estos capítulos de sus historia. La gran mayoría de los edificios representativos han tenido que ser reconstruidos, cuando no están todavía dañados. Las cicatrices aún son recientes, algunas dejadas deliberadamente para no olvidar el pasado.

En este post haremos un paseo por los símbolos de estas etapas.



La iglesia del Káiser Guillermo, de estilo neorrománico, fue construida en 1895 y parcialmente destruida por un bombardeo en 1943. En vez de reconstruirla o derribarla del todo, se decidió integrarla tal cual en un proyecto arquitectónico que la acompañó de dos edificios modernos. Aunque queda un poco fuera de lugar en medio de una gran zona comercial, el aspecto de la torre semiderruida da escalofríos. Úsenla con moderación, porque te puedes quedar horas contemplándola.



En un rinconcito detrás del Ayuntamiento Rojo nos topamos con esta iglesia en ruinas. Perteneciente a un monasterio franciscano de 1250, fue destruída en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Las ruinas se conservaron y restauraron como testimonio de la Guerra, y el espacio es usado como sala de exposiciones y conciertos.



Este monumento vacío se llama la 'Casa Desaparecida'. Era un bloque de apartamentos que fue arrasado por un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial. En cada piso hay una placa con los nombres de los inquilinos de cada apartamento. Nos produjo una profunda impresión.



El Checkpoint Charlie fue el más famoso de los puntos de control entre las dos zonas de la ciudad, escenario de un tenso enfrentamiento entre los tanque soviéticos y americanos que estuvo a punto de prender la mecha de otro enfrentamiento mundial en 1961. La zona está dedicada al recuerdo de este punto de control, con exposiciones fotográficas en la calle contando toda su historia, así como un pequeño museo propio. También hay un puesto de contro simulado donde por un "módico" precio te sellan el pasaporte y te haces una foto con el soldado de atrezzo. Te venden restos del muro (o eso dicen) montados hasta en imanes de nevera... Ver para creer.



En la mayor parte de la ciudad, por donde antes transcurría el muro ahora sólo queda una marca en el suelo. En la parte este se conservan, no obstante, varios kilómetros en pie repletos de graffitis. La verdad es que cuesta ponerse en situacion, y se ve delgado y pequeñito. Pero claro, con la zona de exclusión, las patrullas y las torretas debió ser bastante más
estremecedor.



La Torre de la Televisión es la estructura más alta de la ciudad, con 368 metros de altura. Construida en 1969 como muestra de la superioridad tecnológica de la Alemania del Este (aunque ese año los americanos les ganaran la carrera hacia la Luna a los soviéticos...), cometieron un serio error de diseño: cuando el Sol la ilumina, dibuja en su recubrimiento la imagen de una cruz gigantesca (como se aprecia en la fotografía), una visión nada apetecible para el régimen comunista. Se puede visitar y tiene un restaurante giratorio en el mirador.




Al sur de la Puerta de Brandeburgo se encuentra el impresionante monumento a las víctimas del Holocausto, inaugurado en 2005. Es un mar de bloques de hormigón de distinta altura, en el cual te puedes introducir y pasear por los pasillos. Es una experiencia conmovedora, cómo te sumerges en los bloques cada vez de mayor altura y poco a poco se pierde a lo lejos el ruido de la calle y casi la luz del Sol. A veces parece un campo de trigo y a veces un gigantesco cementerio. Es realmente impactante.



Al oeste de la Puerta de Brandeburgo, en medio del parque de Tiergarten, se encuentra el monumento a las víctimas del ejército rojo en la Batalla de Berlín. Se dice que los tanques que hay en el monumento fueron los dos primeros en entrar en la ciudad, y que el mármol rojo que posee proviene de la misma Cancillería de Hitler.


En estos exclusivos documentos históricos recreamos dos escenas de la contienda de fuerte carga emocional. Se me ponen los pelos de punta...

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