La Berlín de hoy en día es una ciudad joven, moderna y muy dinámica. En los grandes solares heredados de la destrucción del Muro o de la misma Guerra se están construyendo espacios sorprendentes.
Un ejemplo es la Potsdammer Platz. Tanto en la propia plaza, atravesada por el Muro de Berlín hasta su destrucción, como en sus alrededores, se han levantado espectaculares centros comerciales y de ocio, y edificios que van desde el minimalismo hasta el neogótico. Convertida en todo un símbolo del renacer de la ciudad, conserva un panel de hormigón del Muro como recuerdo, continuamente atestado de turistas.
En los años 30 era la zona urbana con más tráfico de Europa. En esta plaza se instaló el primer semáforo, y en el mismo lugar se ha colocado una réplica. Uno de los iconos de la ciudad es el Ampelmann, unos muñequitos de semáforo que tienen la virtud de que en cuanto aparecen en una prenda de ropa su precio se duplica.
Otro de los símbolos de Berlín es el Reichstag. Edificio emblemático, incendiado presumiblemente por los nazis como excusa para su asalto al poder absoluto, fue restaurado completamente en 1999 por Norman Foster. Actualmente es la sede del parlamento alemán, el Bundestag. La cúpula del edificio es una atracción de primer orden en la ciudad, teniendo que esperar largas colas para subir a visitarla.
Frente al Reichstag hay un enorme parque que se llena de gente en cuanto luce el Sol. Lo de los berlineses y los jardines públicos es otra historia, porque hacen hasta barbacoas en ellos...
La curva que realiza el rio Spree al norte del Reichstag ha sido objetivo también de una importante organizacion urbanística. Una interesante combinación de edificios hipermodernos y zonas verdes la hace muy atractiva.
Otra plaza emblemática de la ciudad, Alexanderplatz, está sin embargo bastante más descuidada. Se encuentra en el corazón del Berlín del este, cerca de la Torre de Televisión, y alberga el edificio más alto de la ciudad, el hotel Park Inn Berlin Alexanderplatz.
Nosotros encontramos alojamiento en booking.com en este hotel, bastante bien de precio, y desde nuestra habitación en la planta 34 teníamos unas imponentes vistas del Berlín comunista: avenidas mastodónticas y edificios grises. Lástima que no diera al oeste, porque el espectáculo de la Torre de Televisión, Museuminsel, la Puerta de Brandeburgo y Tiergarten tiene que ser maravilloso.
En Alexanderplatz se encuentra el Reloj Mundial. Es un disco que da la hora de las principales ciudades del mundo. De estas cosas inútiles que te quedas embobado mirándolas.
En el norte del distrito de Mitte se encuentra la Nueva Sinagoga. Un edificio precioso construido a mediados del S. XIX, que fue seriamente dañado en la Noche de los cristales rotos y la Segunda Guerra Mundial. Con capacidad para 3000 personas, es el centro de culto judío más importante de Alemania. El hecho de que se haya vuelto a abrir es todo un símbolo.
Y como nosotros, a pesar de no llevar gafas de pasta, somos modernísimos y súper comprometidos, nos dejamos un par de euros en tomarnos una cerveza en el Centro Artístico Tacheles. Es un edificio okupado donde jóvenes llegados de toda Europa se sacan unos cuartos creando obras de arte. Tienen una tienda donde las venden, pero los precios no eran nada anticulturales. En la parte de atrás del edificio hay un solar donde tienen un bar bastante heterogéneo: encuentras a padres de familia con sus hijos correteando entre punkis, perros que probablemente hayan venido sin dueño y heavies solitarios melancólicos. Impagable.
La calle del 17 de Junio es la arteria principal del inmenso parque de Tiergarten, y es el escenario de la Love Parade. Circula un video por e-mail de una mujer bailando desatada en este festival...
Y cómo no, aquí estamos probando las delicias culinarias más sofisticadas de la ciudad: Un currywurst (salchicha troceada con ketchup y curry, orgullo de la gastronomía bávara), y un burrito que pesaba como un bebé recién nacido. Si es que somos unos sibaritas...
Lo de la izquierda es un hombre que lleva una mochila-barbacoa. Lo de la derecha es una joven acunando a un burrito de kilo y medio. Esto es Berlín amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario