A 20 kilómetros al suroeste de Praga, en una roca sobre el río Berounka, se encuentra uno de los castillos más emblemáticos de la República Checa: el castillo gótico de Karlštejn, una maravilla con un estado de conservación perfecto.
Este gran castillo fue fundado en 1348 por Carlos IV de Luxemburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y Rey de Bohemia. El castillo fue usado inicialmente como sede real, donde se reunían los representantes europeos. Tras el estallido de las Guerras Husitas, el castillo se usó para mantener a salvo las joyas y reliquias sagradas de la corona. Era un fortín efectivo, pues en 1422 fue sitiado sin éxito por tropas provenientes de Praga.
La construcción duró unos 20 años, y sufrió distintas reconstrucciones posteriormente: góticas tardías después de 1480, renacentistas en el siglo XVI y neogóticas a finales del siglo XIX.
Desde la estación de trenes hay que atravesar el pueblo y subir una cuestecilla hacia el castillo.
Vista de la cara este desde el camino de subida.
Los distintos edificios que componen el recinto se encuentran a diferente altura según la importancia de los mismos. El más alto es la Gran Torre, de 60 metros de altura y aislada del resto, con paredes de hasta 6 metros de anchura. Es aquí donde guardaban las joyas y las reliquias, en la Capilla de la Santa Cruz. Esta capilla no está siempre abierta al público, hay que confirmarlo previamente (y reservar).
Entrada a la parte alta del castillo. No toda la servidumrbe tenía acceso a la misma.
Desde las almenas se tiene una vista del pueblo y de la zona alrededor espectacular.
La torre al fondo se encuentra en el nivel inferior. Alberga un pozo que suministraba agua al castillo desde el río, cientos de metros por debajo. En el patio de entrada hay un quiosquillo donde calentarte los dedos con un café hasta la siguiente visita guiada.
Hay que tenerlos muy bien puestos para trepar por ese "andamio" y ponerse a dar martillazos...
El pueblo es un poco atracción de feria, con cantidad de tiendas de recuerdos de dudosa relación calidad/precio y personajes disfrazados de una mezcla de hombre medieval y Harry Poter. Este tipo parecía majete, pero lo único que sabía decir en inglés era el precio de la foto con el pollo...
Al bajarte del tren te desorientas un poco. Tienes que caminar en dirección contraria al convoy en paralelo a la vía, atravesar un puentecillo y enseguida se divisa la silueta del castillo.
El tren que hace el trayecto desde Praga era un poco precario. Entre eso y las zonas insdustriales con multitud de maquinaria tipo soviética abandonada el viaje se hace interesante, pero tiene un traqueteo que parece que se cae a pedazos...
Vista de la cara este desde el camino de subida.
Los distintos edificios que componen el recinto se encuentran a diferente altura según la importancia de los mismos. El más alto es la Gran Torre, de 60 metros de altura y aislada del resto, con paredes de hasta 6 metros de anchura. Es aquí donde guardaban las joyas y las reliquias, en la Capilla de la Santa Cruz. Esta capilla no está siempre abierta al público, hay que confirmarlo previamente (y reservar).
Entrada a la parte alta del castillo. No toda la servidumrbe tenía acceso a la misma.
Desde las almenas se tiene una vista del pueblo y de la zona alrededor espectacular.
La torre al fondo se encuentra en el nivel inferior. Alberga un pozo que suministraba agua al castillo desde el río, cientos de metros por debajo. En el patio de entrada hay un quiosquillo donde calentarte los dedos con un café hasta la siguiente visita guiada.
Hay que tenerlos muy bien puestos para trepar por ese "andamio" y ponerse a dar martillazos...
El pueblo es un poco atracción de feria, con cantidad de tiendas de recuerdos de dudosa relación calidad/precio y personajes disfrazados de una mezcla de hombre medieval y Harry Poter. Este tipo parecía majete, pero lo único que sabía decir en inglés era el precio de la foto con el pollo...
Al bajarte del tren te desorientas un poco. Tienes que caminar en dirección contraria al convoy en paralelo a la vía, atravesar un puentecillo y enseguida se divisa la silueta del castillo.
El tren que hace el trayecto desde Praga era un poco precario. Entre eso y las zonas insdustriales con multitud de maquinaria tipo soviética abandonada el viaje se hace interesante, pero tiene un traqueteo que parece que se cae a pedazos...
PD: Como tenemos un corazón que no nos cabe en el pecho, vamos a procurar dar las coordenadas de los sitios que vayamos comentando para que mareeis un poco con el Google Earth, que siempre es una delicia... En este caso son 49º56'21"N, 14º11'17"E. ¡A mandar!
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