Amsterdam llama la atención nada más mirarla en un plano. La zona pantanosa en la que se asentaba ha hecho que la estructura de la ciudad esté perfectamente diseñada y planificada, partiendo de la Estación Central mediante una red de canales concéntricos y radiales. Así, la orientación llega a ser bastante intuitiva, lo que facilita hacerse con la ciudad rápidamente.
Sin embargo, la climatología no ayuda precisamente. Estuvimos en Holanda una temporada entre Octubre y Diciembre, y de las veces que fuimos a Amsterdam (más de media docena), prácticamente siempre estaba nublado y/o llovía. Por ello tampoco nos pudimos permitir deambular alegremente por la ciudad (la alegría es algo que iba por dentro), si no que solíamos ir refugiándonos de un sitio a otro. Por eso vamos a estructurar este post por lugares de interés. Va por ustedes.
Plaza Dam
Esta plaza marca la posición donde fue fundada la ciudad en torno a 1270. Históricamente ha tenido funciones de mercado, y actualmente es la plaza nacional donde se celebran los hechos más importantes del país. En ella se encuentra el Palacio Real, la residencia oficial de la Casa de Orange, que tuvo su origen como ayuntamiento de la ciudad. Aquí es donde reside en teoría la reina Beatriz (de alquiler, no te lo pierdas), aunque en realidad vive en La Haya, centro administrativo del país.
Cerca de la Plaza Dam se encuentra el escondido rinconcito de Begijnhof. Este antiguo patio era un convento de Beguinas, una orden católica de solteras y viudas que cuidaban ancianos. Actualmente estas pequeñas casitas con jardines de miniatura son residencias privadas, pues la última de las Beguinas murió en los años 70.

Norte de la Plaza Dam
El corazón de la zona interior de los canales es como hemos dicho la Estación Central. Este edificio neorrenacentista fue contruido en 1889 sobre una isla artificial. La zona se encuentra actualmente en obras, y es que es parte de un ambicioso proyecto que pretende crear una gran zona peatonal de aquí a 4 años. El párking de bicicletas que tiene es lo más alucinante que hemos visto nunca, con capacidad para más de 6000 bicicletas.
Y es que en una ciudad donde es imposible encontrar aparcamiento, un párking vale más de 40 euros diarios y como te despistes te caes a un canal, este medio de transporte se convierte en una alternativa realmente a considerar. No en vano hemos leído por ahí que los holandeses son la segunda población del mundo después de China que recorre mas distancia al año en bicicleta (y eso que con dos pedaladas te sales del país...).
Oeste de la Plaza Dam
Al oeste de esta zona se encuentra la Iglesia del Oeste (qué coherencia) o Westerkerk. Su torre de 85 metros se encuentra culminada por la corona azul imperial que el emperador Maximiliano I de Austria otorgó a al ciudad para su escudo de armas en 1489.
Cerca de esta iglesia se encuentra la casa tristemente famosa donde transcurría el Diario de Ana Frank. Actualmente es un museo, y se puede acceder a la diminuta parte trasera donde se escondía la familia de Ana Frank hasta que fueron descubiertos. Es uno de los sitios más visitados de Amsterdam, y las colas pueden llegar a ser kilométricas.
Este de la Plaza Dam
Al este de la plaza encontramos el que es uno de los iconos (tristemente a nuestro entender), de la ciudad: el Barrio Rojo. Aquí se puede ver uno de los espectáculos más lamentables de la ciudad: manadas de gente borracha o drogada vociferando frente a escaparates donde las prostitutas se exhiben con mejor o peor fortuna. Y es que la ciudad ha hecho bandera de esta estampa, y el turismo más marrullero se infla a comprar souvenirs tipo ceniceros con forma de prostitutas, hojas de maría, hojas de maría con tetas, prostitutas fumando porros... ¡las combinaciones son infinitas, amigos!.
Nota: No esperéis ver fotos aquí de las chicas de los escaparates. Aunque parezca mentira, somos unos pollos respetuosos...
En esta zona se encuentra también una de las visitas más curiosas de Amsterdam: el museo Amstelkring, más conocido como Nuestra Señora en el Ático. Por fuera es una casa normal de las que pueblan la ciudad, estrecha y de varias plantas de altura, pero en su interior esconde una iglesia católica fundada en 1578 cuando las autoridades calvinistas prohibieron el culto a otras religiones.
Sur de la Plaza Dam
Al sur de la Plaza Dam, bajando hacia la animada Leidseplein (ojo con los puestos callejeros de poffertjes, pueden ser bombas de relojería) se encuentra otra de las zonas más turísticas de la ciudad: el mercado de las flores.
Este mercadillo de puestos flotantes se encuentra en el lugar donde históricamente los trabajadores de los viveros llegaban con sus barcazas tras remontar el Amstel y vendían las flores al público. Los precios son un poco altos, y la zona es un hervidero de turistas y carteristas, así que cuidadín.
Más al sur se encuentra la zona de los museos, con el impresionante Rijksmuseum (cerrado por reformas cuando fuimos nosotros) y el muy visitado, aunque algo decepcionante para nosotros, Museo Van Gogh.
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