Troya

Para unos frikis de las piedras con telarañas como nosotros, cruzar los Dardanelos y no pararse en Troya habría sido algo inconcebible. Pero la realidad es que comparándola con ruinas como las de Éfeso o Afrodisias, el yacimiento de Troya es bastante poco espectacular.

La historia del yacimiento es de alguna manera similar a la de las ruinas del Palacio de Knossos, en Creta. Es el producto del afán de un rico aficionado a la arqueología que, en plena fiebre arqueológica del siglo XIX, se pone a cavar y a desenterrar con más pasión que cuidado. A Knossos se le achaca su reconstrucción poco rigurosa, y a Troya el gravísimo destrozo que provocaron sus primeras excavaciones.

La estratégica ubicación de la ciudad, guardando el estrecho de los Dardanelos que da acceso al Mar Negro, ha hecho que sea un territorio convulso y poblado desde antiguo.

Así, en la colina se han hallado restos de hasta diez ciudades diferentes. Las sucesivas destrucciones y reconstrucciones (muchas veces reutilizando materiales anteriores) han provocado que la colina que compone el yacimiento sea una amalgama de restos escalonados, desde los primeros restos neolíticos de Troya I (2920 a.C. - 2450 a.C. aproximadamente) hasta los más recientes de la bizantina Troya X (entre los siglos XIII y XIV).

No está claro cuál de estas ciudades se corresponde concretamente con la protagonista de la Guerra de Troya narrada por Homero. Aunque en un principio se valoró la posibilidad de que fuera la conocida como Troya VI (una época de esplendor económico y artístico de la ciudad finalizada presumiblemente por un terremoto en torno al 1250 a.C.,) hallazgos como un espeso estrato de cenizas y restos carbonizados datados en torno al 1200 a.C. en la conocida como Troya VII apuntan a que probablemente esta fuera la ciudad en cuestión. Leemos textualmente que "Entre los vestigios hallados en este estrato figuran restos de esqueletos, armas, depósitos de guijarros (que podrían tratarse de municiones para disparar con honda) e, interpretada por algunos como muy significativa, la tumba de una niña, cubierta con una serie de vasijas de provisiones, indicio de un enterramiento urgente a causa de un asedio." (Fuente: Wikipedia)



Restos de la muralla exterior de Troya VI. Aquí al lado estaba la puerta Escea, el escenario del combate entre Héctor y Aquiles. No esperéis ver las huellas de Brad Pit...



Restos de la muralla de adobe de Troya I.


Esta rampa conducía al parecer al interior de Troya II.

Restos del palacio de Troya VI.

Estos son los restos del Odeón romano, perteneciente a Troya IX.

Esta foto da (o intenta) una buena idea de lo que es el yacimiento. Una zanja asesina con cartelitos mostrando las diferentes períodos.

Y se quejan del peso de los libros de texto actuales...


Honestamente, lo más divertido de la visita es el caballo que tienen a la entrada. ¿Acaso no está pidiendo a gritos que la gente haga el tonto en su interior?

Shhhhhhhh!!!

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