Maastricht

Maastricht es la capital de la provincia más septentrional de los Países Bajos, Limburg. El origen de la ciudad se encuentra en la necesidad de crear y proteger un puente que asegurase el paso del río Mosa en la época romana. Se considera que es la ciudad más antigua de los Países Bajos, aunque es éste un título por el que disputa con Nijmega.

La Basílica de San Servasio y la Iglesia de San Juan desde la parte trasera de la Plaza Vrijthof

Hoy en día Maastricht es una ciudad con un fuerte ambiente estudiantil, pues es sede de varias instituciones universitarias con bastante fama. Provocado por el buen tiempo (un par de días al año), el centro estaba rebosane de gente, terrazas y carpas de todo tipo. Desde clubs de bailes enseñando a los holandeses a bailar salsa (la clase relativa a la articulación de la cintura se la habían saltado) hasta puestos de venta de quesos o arenques crudos, que se comen ostentosamente balanceándolos encima de los bigotes...

La Plaza del Mercado, donde se encuentra el Ayuntamiento, tenía este aspecto tan concurrido.

Estatua en la Plaza del Mercado.

La lista de cosas por ver en Maastricht es notable. Destaca especialmente la Plaza Vrijthof, en la que contrasta llamativamente la torre rojo pasión de la iglesia gótica de San Juan con la vecina basílica románica de San Servasio. Con su origen en el siglo VI, la basílica ha sido reconstruida varias veces. Actualmente, su parte más antigua se remonta al siglo XI, convirtiéndola en la más antigua de los Países Bajos.

Plaza Vrijthof. Mú bonica.

Destaca también la Basílica de Nuestra Señora, un edificio descrito en nuestra guía de viajes como "masiva", y al que es realmente imposible ponerle otro calificativo.

La fachada es así de... masiva. No hay sinónimo posible.


La parte de atrás es más bonita, pero está literalmente apantallada por restaurantes. Que tampoco digo yo que esté mal...

La ciudad conserva igualmente gran parte de sus murallas. Entre ellas se encuentra la Puerta Helpoort, del siglo XIII, la más antigua de todos los Países Bajos.

Helpoort, la Puerta del Infierno. Me apuesto lo que queráis a que encontramos veinte grupos heavy metal con discos llamados así.

Paseando por la orilla del río se alternan las construcciones modernas (qué digo modernas, postmodernas incluso!) con iglesias clásicas.

Iglesia de San Martín.

Museo Bonnefanten de arte contemporáneo. Me muero de ganas de saber con qué nombre lo llaman los habitantes de Maastricht.

Y es que uno nunca termina de sorprenderse. Buscando información sobre la ciudad resulta que nos encontramos con que en Europa hay un corredor llamado El plátano Azul, que engloba a las regiones con mayor concentración mundial de gente, dinero y capacidad industrial: Londres, Bruselas, Amsterdam, Colonia, Frankfurt, Luzemburgo, Stuttgart, Estrasburgo, Zurich y Milán. Maastricht se encuentra pues en un sitio privilegiado. Ya me gustaría a mi vivir en un sitio llamado El Plátano Azul.

Estatuas de habitantes del planeta Plátano Azul en la plaza Vrijthof (o como meter una foto con calzador).

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