Santorini

Santorini es la más meridional de las Cícladas, una isla escarpada modelada por el volcán en el que se asienta. La historia geológica de la isla, actualmente un archipiélago, es realmente violenta. Desde la erupción de la primigenia isla circular, que provocó la actual morfología en forma de cuarto lunar hasta la actualidad, se han documentado multitud de otras erupciones. Se piensa que esta primera erupción, documentada antes de la caída de Troya (en torno al 1628 A.C.), fue una de las causas del declive de la civilización minoica, pues causó un tsunami que arrasaría la flota cretense anclada en el puerto de Heraklion, al sur de la isla. El último gran terremoto se registró en 1956, afectando seriamente a la población y economía de la isla.

La capital de la isla, llamada indistintamente Santorini o Thira, es la típica villa blanca y azul publicitada en todas las agencias de viajes, cuya trastienda no anunciada la forman innumerables escaparates de joyerías, vendedores/acosadores capaces de chapurrear cualquier idioma con tal de que entres en sus establecimientos y cruceristas jubilados con pegatinas con su nombre en la pechera.



Crucerista, el amor también se encuentra en Santorini. Concretamente en una cabina de teléfono pública, como buen hombre discreto. Hemos quitado el número para que no caigais en la tentación, que los griegos son muy listos.


Debido al abandono que sufrieron estas islas desde el siglo XVI al XIX, los pueblos se levantaban en las cimas de los acantilados para protegerse de los piratas.En el caso de Thira, un servicio continuado de burros y teleféricos conectan la villa con el pequeño puerto, atestado de cruceros con nombres como "Blue paradise", "Eternal Luxe" o "Mediterranean Queen".



Este es el pequeño puerto de Thira, al que llegan los cruceros. Se pueden ver los teleféricos y las caravanas de burros subiendo el caminillo.


El carácter de los lugareños también es volcánico: este fotógrafo vió pasar toda su vida ante sus ojos cuando, segundos después, el jinete desenfundó un palo y empezó a gritarle "jroña que jroña!". Que viene a significar "¡Este no es mi lado bueno, hermoso, cógeme el otro perfil!."


Se puede decir que en Thira todo es volcánico: el paisaje, el carácter de los lugareños y los precios. Nosotros tuvimos la suerte de conseguir in extremis habitación en el Hotel Keti, en el sur del pueblo, un bonito hotel con las habitaciones excavadas en las paredes del acantilado y vistas a la caldera. Esta última expresión se ha convertido en Thira en sinónimo de "ven que te clavo". En este hotel, sin embargo, el personal es muy amable y los precios son sensiblemente inferiores a cualquier otro sitio de estas características por la zona.



El hotel estaba literalmente colgado sobre el acantilado.


Pero aunque bonita, Thira es un pequeño timo. La ciudad es carísima, y lo que no te dicen en las agencias es que las fotos que publicitan no son de Thira, si no de la otra ciudad principal de la isla, la mucho más auténtica Oia. Como son pocos los cruceristas que tienen tiempo para desplazarse por la isla, es una ciudad mucho más tranquila y de precios más asequibles.

Oia, la segunda ciudad más importante de la isla, es una auténtica maravilla. Tratan insistentemente de venderte su puesta de sol como la más bonita de la isla (seguro que existe un baremo para ello, pero no hemos sido capaces de encontrarlo...), y al anochecer se reúne una aglomeración de gente en el oeste del pueblo impresionante. De repente, gente que lleva viendo anocheceres durante bastantes años (a tenor por la apariencia) se pelea airosamente por pillar la mejor esquina en la que colocar su trasero y/o cámara fotográfica de última generación, para poner cara de bobos y decir "ooooooooh" en la puesta, no vaya a ser que se den cuenta de que eres el que menos está disfrutando la experiencia.

Así que lo mejor es a esa hora en la que el centro del pueblo se vacía, y justo antes de que se disperse esa marabunta buscando dónde cenar, ir tranquilamente paseando y buscando un sitio donde disfrutar de la excelente comida griega.



Vista de Oia. Al fondo se ve el pueblo de Thira acostado sobre la cima del acantilado.


En esta vista de Oia se ve al fondo el islote de Thirasia, también poblado y bastante más tranquilo.


No todo es blanco y azul en Oia.


Una puerta al mar. También llamado "El momento artístico del día".


Aunque Santorini es una isla que vive de vender todo lo vendible, desde sus vinos hasta sus puestas de sol, saliendo de las zonas turísticas la gente es muy amable y se encuentran rincones maravillosos. Si te montas el viaje por tu cuenta, puedes encontrar sitios encantadores.

Lo mejor para moverse por Santorini es alquilarse un quad (o un ciclomotor, pero hay que tenerlos mejor puestos), pues se recorre de punta a punta en media hora, y permite salir de los circuitos turísticos, realmente atestados, y conocer algo mejor la idiosincracia de la isla. Aunque un coche también es una buena opción, parece mentira que en un sitio así te encuentres problemas de aparcamiento, tanto en el centro de pueblos como en las playas. Y hay que estar curtido para bajar por esas veredas al filo del acantilado mientras te viene un autobús de cara sin ningún tipo de miramiento.




Las playas de Santorini no se encuentran, definitivamente, entre las más espectaculares del país. La mayoría son de arena negra volcánica, son pequeñas y suelen estar atestadas. La única que nos gustó fue la Playa Roja, con un acceso por tierra no muy cómodo, y rodeada de viñedos en el sur de la isla. Había tal olor a vino en esa zona que teníamos miedo de que nos pararan y nos hicieran un control de alcoholemia.



En el sur de la isla se encuentra la Playa Roja, bonita y atestada. No terminas de relajarte cuando escuchas cada cinco minutos a los taxis acuáticos gritar "White beach!".


Lo de los gatos en Grecia es un caso aparte. Son muy bonitos y tienen el país tomado de manera silenciosa. Los perros que se ven, en cambio, parecen abandonados y desnutridos. Es un claro caso de "que se lave él, que para algo tiene lengua."



¿Estará mirando la puesta de Sol?¿Estará reponiéndose de la resaca que provoca pasear por el sur de la isla?¿Estará tramando la dominación de todos los perros del mundo?


Este perro vive de las limosnas que le dan en la terminal de pasajeros del puerto de la isla. No te acerques a él con nada comestible en la mano o te taladrará con su mirada de lástima.


Como conclusión, Santorini es una isla preciosa, a la que hay que ir sabiendo lo que se espera. Y no desde luego en busca de playas. Si no se quiere sentir parte de un rebaño, mejor prescindir de circuitos y cruceros e ir por libre, aunque en nuestra opinión tampoco da para muchos días.

5 comentarios:

dukake dijo...

Mu bueno, chavales, me he reido como un pazguato (aparte de aprender muxo muxo, que siempre es bueno...).

M & R dijo...

Eso, intenta quedar bien... dentro de poco pondremos el viaje a Tenerife y tenemos unas fotos tuyas muy comprometedoras al lado de un pino... XD

Anónimo dijo...

Es lo más chistoso que he visto, volver a toparme con ese mensaje de aquel tipo que "supuestamente" busca chicas...jajajajjaja...sólo que yo lo vi en una parada de bus....saludos...y buen trabajo!!

M & R dijo...

¿¡Tú también los viste!? Jeje, qué bueno... Pero puedes decirnos la verdad, si lo que buscas en realidad es que te demos el número de teléfono del griego todo tiene un precio... :D

PD: Aceptamos mindstorms como pago :P

Unknown dijo...

GUAUUU, SOY UNA CHICA ESPAÑOLA QUE LLEVA VIVIENDO 2 MESES EN SANTORINI Y CADA VEZ QUE VOY A UTILIZAR LA CABINA DE TELEFONO VEO EL MISMO MENSAJE........ A VECES HE ESTADO TENTADA A LLAMAR.........