Murcia es una agradable ciudad por la que pasear que carece, no obstante, de grandes monumentos conocidos. La excepción es la catedral, con una interesante mezcla de estilos arquitectónicos. Tal es así, que de las tres puertas que tiene, ninguna es del mismo estilo, habiendo una gótica, otra barroca y otra neoclásica.
El campanario, igualmente, muestra tres estilos arquitectónicos diferenciados: Una base renacentista, una zona intermedia barroca y un remate superior neoclásico. La zona superior del campanario tiene cuatro salientes llamados "conjugatorios", cada uno con uno de los cuatro santos cartageneros. Desde aquí se oraba a los cuatro puntos cardinales pidiendo lluvias para la huerta murciana. Y cada cuarto del reloj servía para indicar a las distintas zonas de la huerta cuándo podían usar el agua de riego. O algo así nos contaron...
Dentro de la catedral destaca especialmente la Capilla de los Vélez, una obra maestra del gótico flamígero. Por fuera se caracteriza por ser un prisma poligonal abrazado por una gigantesca cadena tallada en piedra.
El campanario, igualmente, muestra tres estilos arquitectónicos diferenciados: Una base renacentista, una zona intermedia barroca y un remate superior neoclásico. La zona superior del campanario tiene cuatro salientes llamados "conjugatorios", cada uno con uno de los cuatro santos cartageneros. Desde aquí se oraba a los cuatro puntos cardinales pidiendo lluvias para la huerta murciana. Y cada cuarto del reloj servía para indicar a las distintas zonas de la huerta cuándo podían usar el agua de riego. O algo así nos contaron...
Puerta principal de la catedral, con la portada barroca. En el suelo hay unas líneas que convergen al punto desde el cual, en teoría, se observa mejor la fachada. Cuando te colocas puedes elegir entre decir a) "Oohhhh!" y b) "Si tú lo dices..."
Dentro de la catedral destaca especialmente la Capilla de los Vélez, una obra maestra del gótico flamígero. Por fuera se caracteriza por ser un prisma poligonal abrazado por una gigantesca cadena tallada en piedra.
Puerta gótica en el lado sur.
Exterior de la Capilla de los Vélez, con la cadena que la rodea.
Interior de la Capilla de los Vélez.
No obstante, toda esta parrafada artística sólo pretendía distraer vuestra atención de lo que sucedió realmente en esta ciudad una apacible noche de Noviembre. Fuimos a una boda, y nos vimos envueltos en una conjura de proporciones cósmicas...
Naranjas en la huerta murciana. Fotografía copyright de JR que sólo pretende distraer de la seria impresión que puede causar la siguiente foto.
Documento insólito: ¿De una boda sale otra? ¿El próximo post lo haremos desde Las Vegas vestidos de Elvis decadente y Marylin modosa? Eso le pasaba por estar distraída...
¿Quién es este apuesto conductor?. Y, por encima de todo, ¿de qué huye?
2 comentarios:
Se de dos a los que se le va la pinza de una manera...c ya in las vegas!!!!
Ay duke... en realidad yo estaba compinchado con ellos, era una estrategia desesperada para ablandarla y llevarla al altar... Pero ella es un alma libre como pollo sin cabeza...
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